miércoles, 2 de mayo de 2012

Homenaje a Teresa Durán Pérez



A Teresa Durán Pérez

Desde la ruralidad de su origen en Nueva Imperial y formación en la Araucanía, Teresa ingresa al mundo universitario para formarse como trabajadora social, y luego se fortalece y amplía participando en la Sede Regional Temuco de la Pontifica Universidad Católica, del Programa de Estudios Antropológicos del Centro de Estudios de la Realidad Regional, fundado por Milan Stuchlik, nacido en Austria (Viena) y formado en Checoslovaquia (Praga). Es a través de su maestro que estudia desde 1975 el Doctorado en Antropología, en la Universidad de Queen en Belfast, Irlanda del Norte
A su vuelta a Chile, la carrera de Antropología había sido cerrada en el contexto de la dictadura, pero no obstante permanece activa y coordina por casi una década el Centro de Investigaciones Sociales Regionales (CISRE) de la PUC, sede Temuco, fundado en 1983.
Cuando se reabre la carrera en 1992 es su Directora por algunos años, para luego dirigir el Centro de Estudios Socioculturales en la ya autónoma Universidad Católica de Temuco.
Durante toda su vida se hizo muchas preguntas y trató de responder algunas. A mediados de los años 90 Teresa se hacía preguntas acerca de “¿Qué tipo de educación para la población mapuche en Chile?”1 y se las respondía mediante un exhaustivo y persistente trabajo, que bajo la modalidad de presentaciones en Congresos y publicaciones, quedaron como referencias.
Respecto de las condiciones del pueblo mapuche en la sociedad estatal chilena, es enfática al señalar su crítica a “la política integracionista chilena que atribuye hoy a la sociedad mapuche el carácter de ‘etnía’ y ‘población indígena’, denegándole por tanto, el status de pueblo y/o nación”2.
Ante lo cual exige que la práctica antropológica deba “resolver antes que nada una cuestión de tipo ético, de modo que ese quehacer tenga algún sentido social tanto para los involucrados o nominados, como para el propio sujeto practicante, en sus respectivas condiciones de persona”.3
Y en la misma década, sistematizó su experiencia elaborando una perspectiva meta antropológica, que la conceptualizó como “convivencia intercultural históricamente determinada” con el inclaudicable propósito de superar “los límites estrechos de la intolerancia prejuiciada o de nuestras incapacidades”.4
Propone y nos propone una antropología crítica intercultural, nada más… y nada menos.
Muy consciente de la responsabilidad en la formación de antropólogas y antropólogos, labor que inició a mediados de los 70, siguiendo la trayectoria de Milan Stuchlik y Adalberto Salas, y que continuó hasta sus últimos días, nos aporta a fines de los 90 con sus “Notas desde la experiencia local”, en una reflexión sistemática acerca de lo sucedido en la carrera de antropología en la Universidad Católica en Temuco desde 1971 a 1996, respecto de “Los Sustentos de un Curriculum para la Formación en Antropología”,5 en una polémica abierta y franca con las decisiones administrativas universitarias del último período (1996 en adelante), señalando con énfasis:
se vivió una manipulación intencionada de una supuesta discusión epistemológica –nunca sistematizada- en aras de lograr el poder de la administración de un currículum de Antropología”. Y para que no quedase duda alguna, pregunta a los presentes: “¿puede la tendencia teórica personal de uno o dos miembros de un equipo-sin tradición conocida- definir un currículum de enseñanza en Antropología?” 6 Reafirma el criterio que “todo proceso cotidiano y trascendental debe fundarse en la ética profesional, tradición a la que ningún quehacer científico puede renunciar”.7
Es quizás uno de los escritos donde se hacen más evidentes sus posturas y sus opciones, maduradas por una rica e intensa experiencia, no exenta de sinsabores, desengaños y frustraciones.
Y sin darnos aliento, tres años más tarde, en 2001, continúa esta praxis reflexiva, para postular -inaugurando el nuevo milenio- una “Propuesta teórica de antropología interactiva”,8 en “nuestros contextos multiculturales”, para superar una “Antropología disciplinariamente disgregada, no suficientemente fundamentada, tardía en el estudio teórico de vinculación con la sociedad, , y laxa en la formación ético social del antropólogo”9
No nos podía sorprender entonces que en muchos de sus escritos y presentaciones estuviese junto a profesionales y sabios mapuche, o con nuevas generaciones de colegas formados en la interacción dialógica10, señalando en conjunto que, las posibilidades de comunicación
entre actores diferentes
“podrían ponerse en actitud de diálogo sólo en la medida en que el enfoque antropológico se ponga al servicio de facilitar tal intercomunicación”.

Más aún, cuando en abierta sintonía con tendencias presentes en la antropología brasilera y mexicana, se señala en un tono de Manifiesto que
“el antropólogo tiene que disponer de un dispositivo filosófico que otorgue sentido a su quehacer, del mismo modo que plantee y promueva propuestas que, siendo derivadas de la interacción profunda con los actores sociales,
permita un horizonte de cambio sociocultural en el tiempo”.
Y finalizando la primera década del nuevo siglo, en una práctica ya habitual de co-autorías, el énfasis reflexivo desde la localidad se aplica para examinar “la planificación del desarrollo”11, poniendo al descubierto las limitaciones estructurales de este, dado que estos procesos están “en un aparente callejón sin salida: se requiere participación ciudadana, pero hay déficit de espacio público”, frente a lo cual se manifiesta reiterativamente la confianza en “el potencial de la interdisciplina y del interlogos, que diseñados desde la puesta en común de fundamentos éticos, sociales, disciplinarios y profesionales permitirían no solo abordar la complejidad inherente a la vida social, sino diseñar estrategias de intervención pertinentes a los problemas sociales identificados”12
Podemos decir de y con ella: se trata del pensar como acción reflexiva y propositiva, y de actuar con responsabilidad en la formación vivida como vocación.


Roberto Morales Urra
Secretario del Colegio de Antropólogos de Chile. A. G.
Abril 2011-2012 Chile.
1 Corresponde al título de la ponencia presentada en el simposio “Aportes de la antropología a la educación en las áreas indígenas de Chile”, en el II Congreso Chileno de Antropología, realizado en la U. Austral de Chile, Valdivia 6-10 Noviembre 1995. Publicado en Actas II Congreso Tomo II: 774-785
2 En Actas II Congreso Chileno Antropología, T I: 439. Corresponde a la ponencia “Experiencias en torno a una convivencia cultural históricamente determinada”, en el simposio Antropología y Pueblos Indígenas.
3 Idem anterior, p. 440
4 Idem anterior, p.436
5 Ponencia a la mesa redonda “Historia de la antropología”, coordinada por Juan C. Skewes y en la cual Teresa Durán testimonia reflexivamente junto a Bernardo Berdichewsky y Edgardo O. Galsbursky, realizada en el III Congreso Chileno de Antropología, en la U. Católica de Temuco, 9-13 Noviembre 1998. Publicado en Actas del 3ª Congreso Tomo I: 193-199
6 En Actas del 3ª Congreso Tomo I: 197
7 Idem anterior, página 198
8 El título de la ponencia es “Antropología Interactiva ¿Superación del quiebre teoría-práctica?: Un desafío para la enseñanza de la Antropología”, en el simposio La Antropología Aplicada y los Estudios Regionales, del 4º Congreso Chileno de Antropología, realizado en la U. de Chile, Santiago 19-23 Noviembre 2001. En Actas 4º Congreso, Tomo II: 840-851
9 En Actas 4º Congreso, Tomo II: 850
10 Como en las ponencias “Conocimiento, Ecosistema e Interdisciplina en Territorio Lafkenche, IX Región, Chile”, junto a Héctor Mora y Marcelo Berho, presentada al simposio Antropología, Territorio y Sustentabilidad; y con Noelia Carrasco y Marcelo Berho, en “Reflexividad y Contexto en el Quehacer Antropológico”, al simposio Encuentros y Desencuentros: Entre la Alteridad y la Identidad de la Antropología Chilena”, en el 5º Congreso Chileno de Antropología, San Felipe, 8-12 Noviembre 2004. En Actas 5º Congreso, Tomo I : 428-435 y Tomo II: 994-1001
11En la ponencia “¿Indicadores de Desarrollo? Reflejos Etnográficos de la Planificación del Desarrollo en Comunas de la Región de la Araucanía”, en co-autoría con Noelia Carrasco y Mario Samaniego, para el simposio Antropología del Desarrollo: Perspectivas Disciplinarias Contemporáneas, en Actas 6º Congreso Chileno de Antropología, Tomo II: 1858-1864
12Actas 6º Congreso Chileno de Antropología, Tomo II: 1863